jueves, 6 de mayo de 2010

¡¡¡Qué bueno es jugar de visitante!!!

Estoy desvelada, no me puedo dormir ni a cañonazos...y cuando no se puede dormir, ¿qué hace el ser humano? Se jode la vida un poco pensando pelotudeces o cosas profundas, que por un lado no puede arreglar, por otro, por ahí ni siquiera alcanzar, también puede llenarse de angustia, recordando viejas situaciones en que las paso para el orto o reírse, sólo porque decidió recordar buenos momentos. Opto por esto último, es más gratificante y placentero.
A esta altura de mi vida, tengo pocos amigos en que puedo decirle la palabra AMIGO con todas las letras. De chica, todos eran amigos y tenía un montón de grupos de pertenencia, pero de esos grupos quedaron pocos y otros se perdieron en el camino. Lo cierto es, que de la gente que me queda, son esos amigos con los que puedo contar siempre, sin importar las distancias. La Tana es una de ellas. La adoro y sin embargo, es tan poco el tiempo que podemos pasar juntas. En este momento, por ejemplo, hace más de un año que no la veo y más de cinco meses que no hablamos por teléfono. La distancia tiene estás cosas, perderse lo cotidiano de la vida del otro. Eso sí, las cosas importantes siempre, siempre nos la contamos. Y a pesar de nuestras vidas alocadas, sabemos que siempre podemos contar la una con la otra.
De la Tana que puedo decir, la conocí gracias a un amigo que tenemos en común, y siempre la distancia se interpuso entre nosotras, pero pese a ello sabemos que tenemos una amistad sincera y de las buenas. Hemos compartido momentos duros y también buenos. Siempre que viajo a verla, ¡me la paso de putamadre! Decir que ella tiene un corazón de oro, es quedarme corta, que tiene muchos ovarios para enfrentar la vida y cada una de las dificultades que se les presentaron, también. Pero esa es otra historia que no revelaré, porque es la suya y no la mía.
Lo cierto es que yo andaba pasando por un momento de mierda, de esos que sentís que no podes levantar cabeza porque te van cayendo los adoquines uno tras otro. Estaba realmente harta de todo lo que me rodeaba. Así que llamé a mi amiga y le dije que iba a visitarla porque necesitaba tomar distancia de todo y de todos. Sin más, arme mi bolso y partí rumbo a la costa, que es donde ella vive. Me fui sólo por cuatro días pero qué ritmo, ¡¡¡Por dios!!! La Tana es culo inquieto, así que cuando llegué ya tenía todo un itinerario armado. ¡¡¡Viernes y sábado joda!!!
El viernes fue el primer día que había que salir de ronda. Tipo once de la noche llegó una amiga de ella, Valentina. Nos presentamos y en cinco minutos parecíamos como viejas conocidas, ¡va! En realidad yo, que no era del lugar. Hicimos la previa entre charla, Fernet, cervezas, planchitas y ropa dando vueltas. Tipo una de la madrugada salimos de bares.
El frío me calaba en los huesos, pero para ellas era sólo una brisa fresca. La noche era lluviosa así que nos metimos en el primer bar que vimos. Al principio estaba algo vacío, muy poca gente. En eso aparece el primer pelotudo...y disculpen, no es que yo me crea una diosa del olimpo, pero ¡¡¡Vamos!!! Siempre existe el típico cargoso que quiere colgarse de tu hombro, se empieza hacer el gracioso mientras vos estás hablando con tus amigas y él quiere ver cuál de todas va a picar, pero mientras tanto dice una sarta de pavadas. Ninguna de las tres ya se lo bancaba más, así que con palabras muy claras le dimos el olivo.
Nosotras seguíamos de charla, risas y tragos, hasta que ¡¡¡se armó!!!. Habían dos tipos en la barra, grandes, después nos enteramos que tenían 45 tacos. No eran de la ciudad, estaban como aves de paso, picoteando donde podían. Estos dos, no tuvieron mejor idea que hacerse los graciosos con la Tana. Ella estaba hablando con un flaco y nosotras, pero tenía las antenas bien paradas como para escuchar que decían los viejorros. La cosa está, que en una de esas, no sé lo qué escuchó pero la Tana se dio vuelta y menos lindos les dijo de todo.
Yo estaba charlando con Valentina. Cuando vi el quilombo que comenzaba armarse, nos empezamos a reír porque si la cosa seguía en ese nivel, íbamos a terminar las tres en la comisaria. Mientras la Tana seguía discutiendo con estos dos tipos, se nos acercó un flaco, muy macanudo, simpático, ubicado, para nosotras que alguien del lugar sea un tipo centrado en sus cabales, era como un milagro en un pequeño infierno. Se puso a charlar con nosotras, estaba solo. La discusión que se había armado, por el momento había desaparecido, pero la Tana que seguía con sus antenas atentas, le dice a uno de los viejorros... "¡¡vez, porque no aprendes, acá tenes un flaco de 28 años super ubicado, y vos que tenes 45 tacos no haces más que hacerte el gracioso y te sale para el culo!!" El flaco no entendía nada de lo que pasaba. Y el viejorro, quería congraciarse con mi amiga. La cosa fue, que de buenas a primeras, no me preguntes cómo pasó, pero los viejorros se terminaron amigando con la Tana y todos se cagaban de risa.
De todas formas, por las dudas, nos cambiamos de lugar. El flaco seguía con nosotras. Hablaba mucho con Valentina, pero también se abría hablar con nosotras. En eso, las chicas decidieron que no daba para más estar en ese bar, que había que partir rumbo a otro.
El flaco redenominaré Germán para poder referirme a él. La charla entre nosotros era divertida, agradable, la estaba pasando realmente bien. Del tiempo ya no tenía ni idea. Aparecieron las chicas nuevamente, nos pusimos a bailotear un poco, mientras hubo otra ronda más de Fernet y cerveza, a esta altura de la noche ya no sabía por la vuelta que íbamos.
Valentina se pone al lado mío y me dice: "Germán está con vos, qué está esperando para darte un beso. No seas boluda y quédate con él que es súper simpático, tiene onda y es lindo". Yo a todo esto, como siempre caída del catre total, le decía que estaba loca, que en ningún momento el chavón me había tirado los perros, que nos estábamos cagando de risa pero nada más. La verdad es que yo soy despistadas para esas cosa, jamás me doy cuenta si me están tirando onda. Pero bueno ella insistía que así era. Después se sumo la Tana, "¡¡Si te invita algún lado, te vas y te dejas de joder!! ¡¡Vamos, que tenes la suerte del que juega de visitante, guacha!!!" Yo me mataba de risa, pero seguía sosteniendo que el flaco no tenía onda conmigo.
La noche que todavía estaba en pañales, invitaba a seguir la ruta, el tiempo de estar en ese boliche para las chicas se había cumplido y había que partir para otro. Les confieso algo, yo a esa altura ya no daba más, pero estaba en el baile y tenía que seguir bailando. En eso regresa Germán del baño, le contamos que nos íbamos para otro bar. Ahí fue, cuando me tomó de la mano y me dijo: "te invito a tomar algo a mi casa", la verdad es que el corazón se me estrujó un poco ¿ir a la casa? Qué sé yo, no lo conozco. El flaco parece muy buen tipo, pero como dice una amiga mía, todos parecemos buenos hasta que matamos a alguien. Él se dio cuenta al toque de la cara que puse, de mi desconfianza y me dijo, te doy la dirección para que se la pases a tus amigas por las dudas, mi número de celular, por mi trabajo tu amiga puede localizarme rápido. Me pareció razonable. Copie todos los datos y se los pase a la Tana por mensajito de texto. Después me acerque a ellas que se estaban subiendo a un taxi, para avisarles. Las guachas se cagaban de risa. Y yo me fui con él.
Llegamos a su dpto, chiquito pero acogedor, cálido, muy agradable. Puso Nora Jones, sin que yo le digiera que amo la música de esta mujer. Ahí me conquisto. No necesito mucho, sólo escuchar esos primeros acordes. Sirvió otras cervezas. Confieso que el alcohol ya me estaba mareando para está altura. Y fue en ese preciso instante que me dio el primer beso de la noche. ¡¡¡¡Diosss!!!! El cielo pareció abrirse. ¡¡¡Qué dulce es este hombre!!! me dije para mis adentros. Me tomó de la mano y lentamente me llevó a la habitación. Hacía un frío, pero un frío, terrible. Estar ahí y en la Antártida al intemperie no había diferencias. Encima la estufa no funcionaba. Imaginense lo que es ponerse cachondo bajo ese frío polar .Requería de un trabajo forzado importantííííísiiiiiimoooooooo jajajaja (no río por maldad, sino porque les juro que realmente fue así). Él quería sacarme románticamente la ropa, y yo temblaba como una hoja no por nervios, sino porque estaba helada. Cuando logró desnudarme inmediatamente me metí debajo de las frazadas y ahí, ahí...lo vi desnudarse a él. Nunca vi una cosa igual. Debajo de su pantalón con onda, llenos de bolsillos grandes por todos lados, había un bermudas grueso, debajo otro pantalón largo, más medias hasta las rodillas...Me sonreí, pero para mí me dije...¡¡¡¡Ahhhh bueeee!!!! ¡¡Y yo que creí que él para desvestirme sentía que hacia un curso de como pelar una cebolla, por la cantidad de ropa que tuvo que sacarme... buenísimo, me gano!! Ahí me explicó que el trabaja en los barcos y que en altamar hace demasiado frío y de esa manera, podía soportarlo.
Se metió debajo de las frazadas. Y la verdad, que la caldera se encendió de una manera, fue increíble. De no creer. Hacía tiempo que no exploraba tanto el Kamasutra, al menos esas posiciones que una puede hacerlas con agilidad, sin partirse la columna o un hueso, porque les digo la posta, ya no tengo 20 años, pero modestamente, la puedo pilotear bien. A esto, agreguenle que levitaba en el aire, era un orgasmo constante. Yo no sé si era el alcohol que me tenía mareada, si fue el experimentar un frío espantoso, si me calentó verlo con tanta ropa...pero no podía parar...y lo que era mejor aún, él tampoco. Ahora, entre nos, les confieso algo. Cuando ni bien se metió en la cama y toque al "amigo"...me dije..."¡¡Cagamoooossss paso hambre!!" Pero noooo...cuando la tortuga asomó la cabeza...¡¡¡AAAAAAAHHHHHHHHH esto siiiiiiiiii!!! ¡¡¡Bravoooo, no necesitamos Nutrilón!!!
A las seis de la mañana él tenía que presentarse en el laburo. Si dormimos media hora, fue mucho. Con el alba, me acompaño a tomarme un taxi. Cambiamos números de celulares, nos dimos un beso y guardamos la esperanza de encontrarnos esa noche.
Llegué a la casa de la Tana. Ésta no estaba. Me puse contenta, pensé bueno ellas también encontraron a su plomero. Pero no. Apareció al mediodía, punteando...se les habían caído las llaves por el agujero del ascensor y se tuvo que ir a la casa de Valentina a dormir. Mate de por medio, le conté lo que había vivido. La guacha se cagaba de risa y me decía "¡¡¡Hijaputa, paga el diezmo!!!¡¡¡Esa es la suerte del que juega de visitante!!!! jajajaja...A la tarde recibí un mensajito de Germán diciéndome que la había pasado genial, que quería volver a verme y esperaba que yo regrese en el verano, que estaba triste porque se embarcaba y hoy no podía verme de nuevo.
Al otro día, emprendí mi vuelta, a mi vida cotidiana, a mis quilombos, a mi rutina. Siempre me da tristeza irme de un lugar, y más cuando me despido de la Tana. Lo hice pensando que en ese verano volvía. Mientras el micro arrancaba, la loca me gritaba..."¡¡¡la próxima pagas el diezmoooo!!!" jajajajaja....Me hubiese encantado pagárselo, pero lo cierto es que ese verano, no pude volver. Y Germán pasó hacer una linda noche guardada en la memoria, una de esas estrellas fugaces que alumbran, por un instante, mi vida.
Lola

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